La locomotora FCM-40 es la más antigua que se conserva del Ferrocarril Mexicano. Fue una de las 554 que fabricó, durante el año 1881, Baldwin Locomotive Works de Filadelfia, el mayor y más exitoso constructor de locomotoras de vapor en el mundo, cuya fábrica, para finales del siglo XIX, llegó a contar con más de 8 mil trabajadores. Sus locomotoras eran productos hechos a mano y personalizados para cada uno de los ferrocarriles a los que estaban destinados.
Para la memoria
El anhelo por construir un ferrocarril que comunicara a la Ciudad de México con el puerto de Veracruz, cuyo primer proyecto se remonta al año de 1837, incentivó la puesta en marcha de una larga y compleja historia llena de desventuras, proezas, disputas, polémicas, intereses y hazañas. El Ferrocarril Mexicano para nuestra nación, cuya línea completa se inauguró en 1873, constituye la raíz más profunda del patrimonio cultural ferrocarrilero.
Anecdotario
Las vicisitudes políticas, sociales y económicas del siglo XX, aunado a la propia transición tecnológica en materia ferroviaria, provocaron que del conjunto de locomotoras de vapor que recorrieron la denominada ruta de las mil maravillas, aquella que iba de la capital de la República a Veracruz, no quedase prácticamente nada. Esta simple mención convierte a la locomotora FCM-40 en un testimonio invaluable que nos remite a las experiencias de miles de hombres y mujeres que realizaron dicho recorrido a lo largo de los años, así como a su proceso constructivo.
